lunes, 7 de diciembre de 2009

El Borracho y el eco

Este poema de Francisco Añón, poeta nacido en Serra de Outes, A Coruña, llegó por primera vez a mis oídos atrvés de un viejo marinero que lo recitaba, a modo de entretenimiento, mientras faenaba en las duras artes de la mar. Desconocedor de Góngoras, Quevedos y Zorrillas...y seguramente también de Añón (como yo), asombraba a sus compañeros con lo que él consideraba sus innatas dotes recitativas, jaja. La verdad es que era todo un personaje. ¡Bueno! ahí os lo dejo, los que no lo conozcáis vais a comprobar que no tiene desperdicio.


EL BORRACHO Y EL ECO
Francisco Añón

En noche oscura y brumosa,
tan achispado iba Antón,
que cayó de un tropezón
en la acera resbalosa.
Soltó un feo juramento,
diciendo: "¿Quién se cayó?",
y en la pared de un conventorepercutió el eco: "Yo."

-¡Mientes! Fui yo, que caí;
y si el casco me rompí,
tendré que gastar pelucas......
Lucas.

-No soy Lucas, ¡Voto a Dios!
Vamos a vernos los dos
ahora mismo, farfantón......
Antón.

-¡Me conoces! ¿Eh, tunante?
Pues aguárdame un instante:
conocerás mi navaja.....
Baja.

-Bajaré con mucho gusto,
¿Te figuras que me asusto?
Al contrario, ¡Más me exalto!......
Alto.

-¡Alto yo! ¿Piensa el osado
que en este pecho esforzado
el valor ya está marchito?......
Chito.

-¡Y pretende el insolente
mandar callar a un valiente!
¿Que calle yo, miserable?......
Hable.

-Hablaré, por vida mía,
hasta que tu lengua impía
con este acero taladre......
Ladre.

-¡Ladrar! ¿Soy perro quizás?
¿Dónde, villano, dó estás?
que de esperarte me aburro......
Burro.

-¡Burro, yo! Insulto tamaño
vengaré de un modo extraño;
el momento es oportuno......
Tuno.

-Mas ¿dónde está el majadero
que me toma por carnero?
¡Responda! ¿Dónde se encuentra?......
Entra.

-Sal tú, si no eres cobarde;
y apresúrate, que es tarde.
A pie firme aquí te espero......
Pero.

-No hay pero que valga. !Flojo!
Sal ya, que estoy viendo rojo,
y ansío tenerte enfrente......
Ente.

-Pero ¿dónde estás?, repito,
que estoy oyendo tu grito
y tu ausencia ya me admira....
Mira.

-Sí, miro; pero, ¡qué diablo!,
no puedo ver con quién hablo,
pues no aparece ninguno......
Uno.

Uno o cien, lo mismo da;
que salga, que salga ya.
Lo aguardo; aquí me coloco......
Loco.

-¡Así te burlas de mí!
¿Quién eres? ¿Quién eres? Di;
no me hagas perder la calma......
Alma.

-Mas, si eres un alma en pena,
¿cómo no oigo tu cadena?
Basta de bromas, concluye......
Huye.

-No tal, no me iré de aquí
sin saber quién me habla así.
Dime siquiera tu nombre......
Hombre.

-Pero ¿estás vivo o difunto?
Aclara bien ese punto,
que a mi ya nada me asombra......
Sombra.

-¡Una sombra, y la insulté!
Perdóname, que tomé
cuatro copas con bizcocho......
Ocho.

-¿Ocho dices? ¡No, pardiez!
Serían siete tal vez;
una fue para Ramona......
Mona.

-No hubo mona; no señor;
me puso alegre el licor,
y a Ramoncita también......
Bien.

-El vino apenas probé,
y, sin embargo, gasté
cuatro pesos con cincuenta......
Cuenta.

-Contaré si así lo quieres;
pero, hablar de las mujeres...,
Ramona a enojarse va......
¡Bah!

-Fue en el bodegón del puerto;
todos dormían, por cierto,
y estuve con ella sola......
¡Hola!

-Sí, sola, sola, solita;
porque teníamos cita;
pero no me le acerqué......
¿Qué?

¡No me acerqué, te aseguro;
por mi salvación lo juro;
son testigos los durmientes......
Mientes.

-Sombra que todo lo sabes,
despídeme cuando acabes,
que por mi parte acabé......
Ve.

-Prometo no más beber,
no más mujeres querer,
santa sombra veneranda......
Anda.

Marchóse Antón al momento,
Y en casa confió a su esposa
que una sombra pavorosa,
en la acera del convento,
le había hablado,
y no era cuento.




Francisco Añón

Aquí os dejo un vídeo, que he encontrado en Youtube, en el cual un abuelete lo recita con cierto donaire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario