EL BORRACHO Y EL ECO
Francisco Añón
En noche oscura y brumosa,
tan achispado iba Antón,
que cayó de un tropezón
en la acera resbalosa.
Soltó un feo juramento,
diciendo: "¿Quién se cayó?",
y en la pared de un conventorepercutió el eco: "Yo."
-¡Mientes! Fui yo, que caí;
y si el casco me rompí,
tendré que gastar pelucas......
Lucas.
-No soy Lucas, ¡Voto a Dios!
Vamos a vernos los dos
ahora mismo, farfantón......
Antón.
-¡Me conoces! ¿Eh, tunante?
Pues aguárdame un instante:
conocerás mi navaja.....
Baja.
-Bajaré con mucho gusto,
¿Te figuras que me asusto?
Al contrario, ¡Más me exalto!......
Alto.
-¡Alto yo! ¿Piensa el osado
que en este pecho esforzado
el valor ya está marchito?......
Chito.
-¡Y pretende el insolente
mandar callar a un valiente!
¿Que calle yo, miserable?......
Hable.
-Hablaré, por vida mía,
hasta que tu lengua impía
con este acero taladre......
Ladre.
-¡Ladrar! ¿Soy perro quizás?
¿Dónde, villano, dó estás?
que de esperarte me aburro......
Burro.
-¡Burro, yo! Insulto tamaño
vengaré de un modo extraño;
el momento es oportuno......
Tuno.
-Mas ¿dónde está el majadero
que me toma por carnero?
¡Responda! ¿Dónde se encuentra?......
Entra.
-Sal tú, si no eres cobarde;
y apresúrate, que es tarde.
A pie firme aquí te espero......
Pero.
-No hay pero que valga. !Flojo!
Sal ya, que estoy viendo rojo,
y ansío tenerte enfrente......
Ente.
-Pero ¿dónde estás?, repito,
que estoy oyendo tu grito
y tu ausencia ya me admira....
Mira.
-Sí, miro; pero, ¡qué diablo!,
no puedo ver con quién hablo,
pues no aparece ninguno......
Uno.
Uno o cien, lo mismo da;
que salga, que salga ya.
Lo aguardo; aquí me coloco......
Loco.
-¡Así te burlas de mí!
¿Quién eres? ¿Quién eres? Di;
no me hagas perder la calma......
Alma.
-Mas, si eres un alma en pena,
¿cómo no oigo tu cadena?
Basta de bromas, concluye......
Huye.
-No tal, no me iré de aquí
sin saber quién me habla así.
Dime siquiera tu nombre......
Hombre.
-Pero ¿estás vivo o difunto?
Aclara bien ese punto,
que a mi ya nada me asombra......
Sombra.
-¡Una sombra, y la insulté!
Perdóname, que tomé
cuatro copas con bizcocho......
Ocho.
-¿Ocho dices? ¡No, pardiez!
Serían siete tal vez;
una fue para Ramona......
Mona.
-No hubo mona; no señor;
me puso alegre el licor,
y a Ramoncita también......
Bien.
-El vino apenas probé,
y, sin embargo, gasté
cuatro pesos con cincuenta......
Cuenta.
-Contaré si así lo quieres;
pero, hablar de las mujeres...,
Ramona a enojarse va......
¡Bah!
-Fue en el bodegón del puerto;
todos dormían, por cierto,
y estuve con ella sola......
¡Hola!
-Sí, sola, sola, solita;
porque teníamos cita;
pero no me le acerqué......
¿Qué?
¡No me acerqué, te aseguro;
por mi salvación lo juro;
son testigos los durmientes......
Mientes.
-Sombra que todo lo sabes,
despídeme cuando acabes,
que por mi parte acabé......
Ve.
-Prometo no más beber,
no más mujeres querer,
santa sombra veneranda......
Anda.
Marchóse Antón al momento,
Y en casa confió a su esposa
que una sombra pavorosa,
en la acera del convento,
le había hablado,
y no era cuento.
Francisco Añón
Aquí os dejo un vídeo, que he encontrado en Youtube, en el cual un abuelete lo recita con cierto donaire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario